sábado, 1 de enero de 2011

DOS MIL ONCE


Es muy grande la lista de deseos que tengo para todos aquellos que me rodean, deseos que espero se les cumplan en este año 2011. No me pidan que se los escriba, mejor abran un diccionario y todas las palabras que signifiquen algo bueno para su vida tómenlas como parte de su rutina diaria.
Año con año las personas se hacen promesas a si mismos, la gran mayoría solo las recuerda en el momento que están comiéndose las uvas; por que es mas la atención que le ponen a no ahogarse con las semillas que a lo que supuestamente se están proponiendo.
Sin embargo hay quienes no se proponen 12 cosas u objetivos, tal vez 5 o tan siquiera 1 pero se lo proponen tan bien que terminan lográndolo.
Pongámoslo paradójicamente, “puedes tener hambre de comer una codorniz o tal vez tienes tanta hambre que quiesieras comerte un elefante, no importa la cantidad, solo el tamaño el la constancia de comernos cada bocado”
Seamos constantes en nuestros objetivos, no necesitamos tener habilidades especiales. Querer es poder.

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